Giuseppe Zanotti Otoño-Invierno 2024 "«MINIMALISMO DECONSTRUIDO»"

MILÁN - La colección de calzado Otoño-Invierno 2024 de Giuseppe Zanotti supone un cambio de paradigma. La silueta se replantea radicalmente. Se aleja de las tendencias de temporadas pasadas y anuncia un retorno al minimalismo reflexivo inspirado en los años noventa. Las formas siguen siendo atrevidas, pero favorecen las líneas geométricas claras, sobre todo en los tacones: desde el tacón bloque de 4,5 cm para el día, hasta los tacones altísimos que han hecho famosadado fama a la marca. Las sandalias tipo mule os mules tienen la caña cuadrada, pero el riesgo de dar una nota severa se mantiene a raya gracias a los accesorios "desproporcionados", como los inesperados adornos de cristal o los minimalistas adornos metálicos cosidos a mano, de una elegancia sartorial. La colección incluye bailarinas esenciales fabricadas con la cómoda construcción slip-lasted, así como botas de montar de piel. La paleta de colores es natural, cálida y envolvente, con tonos amaranto, oliva, marrón chocolate, tostado, nude, barro y negro. Los acabados de efecto espejo en oro y plata se sustituyen por tonos mate. Las pieles son exquisitas, con un acabado martillado junto con texturas granuladas que transmiten una sensación vintage, junto con ante mantecoso sedoso y cocodrilo en relieve, un símbolo de elegancia atemporal. Los elementos característicos de la marca, como las cremalleras, las hebillas y las joyas, se han reelaborado y ahora se encuentran en toda la colección como elementos de "«minimalismo deconstruido»". Zanotti ha adoptado la misma filosofía a la hora de replantear la colección masculina. Las formas se renuevan, haciéndose más alargadas y cuadradas en la puntera. El icónico zapato de esmoquin abandona los pesados adornos de cristal para centrarse en discretos toques de luz que describen un nuevo concepto de elegancia. La artesanía se eleva a cotas vertiginosas para el mocasín de piel martillada o ante suave, cosido y plisado únicamente a mano. El mundo motero se ve desde un ángulo nuevo y sin género, con una suela gruesa pero ligera como una pluma, combinada con una piel sofisticada. Siguiendo la misma línea unisex, Lse presentan los bolsos de viaje de lujo y los maxi totes en suave napa o piel con relieve de cocodrilo siguen la misma línea. La gama de zapatillas se ha rediseñado y dialoga con el resto de la colección, adoptando sus tonos neutros y los materiales predominantes. Ciertas formas de exceso y virtuosismo creativo han dado paso a una colección muy equilibrada y cohesionada. Los accesorios metálicos no son deslumbrantes, sino que presentan incrustaciones y un aspecto vintageretro. El nuevo estilo de zapatilla, vagamente inspirado en el diseño japonés en napa ultrasuave, así como las sandalias de piel y el las GZ94 en lana de fieltro, introducen un nuevo concepto de lujo mínimo minimalista pero sustancial.

Giuseppe Zanotti señala: "«Hasta ahora, para mí el zapato no era soólo una encarnación de la tradición artesanal de la zona italiana de Romaña - (precursora de la industria del calzado de lujo) -, sino también un símbolo por derecho propio. Cuanto más ostentoso era, adornado con metal, placas y pedrería, más poderoso era su impacto. Como las creaciones a medida realizadas para Lady Gaga, iconos de un equilibrio impresionante, y las zapatillas de doble cremallera creadas con Kanye West que, hace tantos años, ya coqueteaban con el concepto del género neutro»". Por su enfoque profesional, Zanotti siempre ha estado atento a los cambios en las tendencias; investiga el tiempo presente, en un mundo que es muy diferente del de la década de 2010. "«El ecosistema actual es quizá más frágil, sin duda más difícil de descifrar y navegar. Esto ha llevado a la necesidad de trabajar en diferentes niveles: vVeo el virtuosismo maximalista como una exhibición vistosa sin valor más allá del estético. En cambio, ahora prefiero centrar mis esfuerzos en lograr una nueva visión de la belleza»", explica Zanotti. Rechazar la opulencia rancia se ha convertido para el diseñador en una forma de resistencia cultural. En esta nueva etapa, las siluetas cambiarán de forma, apostando por un "«minimalismo deconstruido»" que, a primera vista, podría parecer algo desordenado. Como dijo una vez Gianfranco Ferrè, con quien Zanotti tuvo el honor de trabajar, "«el secreto está en la desproporción, porque cuando es deliberada, un error inesperado puede despertar la curiosidad»".

Es un viaje que no puede completarse en una sola temporada, pero esta colección Otoño-Invierno verá cumplida su primera etapa oficial: el objetivo último final es reimaginar el presente, navegando por el laberinto de su complejidad, dando pasos nuevosnovedosos, suaves y precisos al mismo tiempo. Una revolución suavesilenciosa, de puntillas.